La Bodega de Serapio - Albacete, Albacete

Roel G.

La Bodega de Serapio, situada en Albacete, es un restaurante acogedor que ha ganado el cariño de los locales y visitantes por su cocina tradicional manchega. Con más de dos décadas de historia, este lugar se ha destacado por platos como las judías con perdiz y el surtido de embutidos, preparados con ingredientes frescos y de la zona.

Otro de los grandes aciertos del menú es su tarta de queso, que muchos consideran una de las mejores que han probado. El sitio mantiene el encanto de una bodega tradicional, con una decoración rústica y acogedora que invita a disfrutar de una experiencia relajada y auténtica, evocando las antiguas tabernas manchegas. Sin duda, un lugar ideal para degustar sabores locales en un entorno con mucho encanto.

visi L.

Un lugar que no hay que perderse en Albacete, el trato es inmejorable parte de los camareros pero Carlos fue excepcional, la comida riquísima, recomiendo el ajo de mataero y la carrillada, aunque lo demás no tiene desperdicio. Nos recomendaron unos vinos para acompañar riquísimos.
Una gozada comer allí.

Bob

Fuimos a comer de manera improvisada ya que todos los lugares que teníamos en mente estaban completos. Nos lo habían recomendado en un free tour que habíamos hecho un poco antes. El sitio es muy agradable; de aspecto tradicional y muy bien cuidado. Nos quedamos comiendo en el patio de entrada y estuvimos muy a gusto durante la comida. Todo el personal fue amable, especialmente José que fue quien nos atendió. El nos asesoró sobre lo que podíamos pedir y estuvimos hablando un poco sobre vinos y comida de la zona. Ademas nos invito a conocer el local por dentro, que en estas fechas albergaba una exposición de carteles de la feria.Todo lo que pedimos nos gustó mucho y por ello lo recomendaría a todo el que visite Albacete y quiera disfrutar de un vino y algo que se llevarse a la boca.

Ana B. D. V.

Buen sitio para degustar un buen vino y buenas tapas. Buenos postres. Muy buena atención. Chavales majos.

Alberto G.

Recientemente visité La Bodega de Serapio y quedé encantado con la experiencia. El ambiente del lugar es acogedor, perfecto para disfrutar de una comida relajada y memorable. La decoración tiene un encanto rústico y auténtico que invita a quedarse un rato más.

Lo que realmente hizo que mi visita fuera excepcional fue el servicio. Carlos, nuestro camarero, se destacó por su atención amable y profesional. Nos hizo sentir como en casa desde el primer momento y estuvo atento a cada detalle durante toda la cena. Sus recomendaciones fueron acertadas y demostró un conocimiento profundo del menú, lo que hizo la elección de los platos mucho más fácil.

La comida fue deliciosa, con ingredientes frescos y sabores bien equilibrados. Cada plato llegó a la mesa en su punto justo y con una presentación impecable. En definitiva, La Bodega de Serapio es un lugar al que definitivamente volveré y que recomiendo a cualquier persona que busque una experiencia culinaria inolvidable con un servicio excepcional. Muchas gracias a Carlos y al resto del equipo por hacer de nuestra velada una ocasión especial.

Miguel ?. A.

Hemos venido bastantes veces pero nunca hemos escrito nada. Tapas en su mayoría frías, algunas calientes. Nosotros hemos pedido tostas de salmón y Tostas de queso con anchoas. También tabla de quesos.
La panceta ibérica es una pasada, como la variedad en vinos.
Dentro del local fresquito, fuera más calor pero con más encanto con su terraza.
El camarero que nos atendió muy bien, muy atento y conversando sobre vinos.
Como punto flojo es que no sirven café.

Loli N. L.

Es un lugar donde cada vez que hemos ido a Albacete, hemos parado a tomar unos vinos y siempre nos ha gustado por eso repetimos pero el sábado pasado,el camarero que nos atendió tuvo el mal gusto de quitarle la copa de la mano a una de las personas que estábamos allí.
Nos tomamos una ronda y al cabo de un rato pasó el camarero por si queríamos algo más,como yo no había terminado la primera, dijimos que esperaríamos un poco, quitó las copas vacías y a una persona q le quedaba un poco de vino se la quitó también de las manos, claro, después de ese gesto pagamos y no creo que volvamos a ir.

elena S.

El sitio es perfecto para tomar unos vinos y el lugar tiene muchísimo encanto pero las últimas veces que he ido el servicio ha empeorado. Pedimos una botella de vino tinto, una mesa de solo CHICAS, y al llevárnosla nos advirtieron si estábamos seguras del vino que habíamos pedido, que era tinto…
4 tostas servidas en dos tandas con 20’ de diferencia y con dos excusas distintas cuando preguntamos por las faltantes …
Pequeñas cosas que merece la pena cuidar porque quedan pocos sitios así.